Sus puertas se abrieron a partir del 12 de octubre de 1987, ha recibido a más de trece millones de visitantes.
Su creación fue consecuencia de las excavaciones arqueológicas realizadas por el Proyecto Templo Mayor en su primera temporada, entre 1978 y 1982.
En el recinto se distibyen ocho salas, cuatro en su costado sur y otras tantas en su costado norte, El proyecto museográfico original se basa en la distribución misma del Templo Mayor, en el cual rendiá culto a dos divinidades: Huitzilopochtli, dios solar y de la guerra y patrón de los mexicas, cuya capilla se encontraba en el lado sur del edificio y a Tláloc, dios de la lluvia vinculado de manera directa con la agricultura, cuyo templo ocupaba el lado norte, De esta manera, las cuatro primeras salas están dedicadas a Huitzilopochtli y en un sentido amplio a la guerra, incluyendo los productos obtenidos por los mexicas a través de sis conquistas territoriales, mientras las cuatro últimas tratan sobre Tláloc, la agricultura y la explotación que los mexicas hicieron de los recursos naturales en general.
Vestíbulo en el Museo
El visitante podrá disfrutar las exposiciones temporales y muestras trimestrales,a través de las cuales se dan a conocer las continuas investigaciones realizadas en el marco del proyecto arqueológico.
Los visitantes podrán realizar actividades especiales.
Por otro lado, el muro de clavos cráneo es una presentación museográfica de magnífica realización, que evoca el Tzompantli, el cual originariamente estaba hecho con cráneos humanos.
Los clavos que conforman este muro son originales y fueron encontrados durante las excavaciones arqueológicas realizadas a partir del año de 1978.
Sala 1: Antecedentes Arqueológicos
En esta sala, el visitante podrá conocer los artefactos y esculturas encontradas a lo largo de la historia de las exploraciones en el Centro de La Ciudad de México. Destacan la cabeza en basalto del dios Xólotl encontrada en Las Escalerrillas, el Águila Cuahxicalli localizada en la casa del Marques del Apartado, los recientes hallazgos realizados en la Catedral Metropolitana, así como tres ejemnplos de los principales tipos de ofrendas encontradas en el edificio más importante de los mexicas: el Templo Mayor.
Sala 2: Ritual y Sacrificio
El visitante podrá conocer algunos de los objetos que formaron parte de los diversos rituales mexicas, algunos en el contexto de hallazgo, como la Ofrenda 17. Los rituales funerarios están representados con las denominadas ofrendas 10,14,34,37,39 y 44.
Estos rituales se caracterizan por la presencia de una urna o recipiente que contenía los restos óseos cremados, huesos de fauna, así como artefactos, algunos de los cuales fueron cremados con el difunto. Los objetos mexicas más antiguos, localizados en la etapa constructiva II del Templo Mayor, son precisamente dos urnas en cuyo interior había restos de huesos cremados; una de ellas hecha en obsidiana y otra en piedra tecalli; ambas corresponden a un mismo contexto funerario.
Sala 3: Tributo y Comercio
En esta sala se pueden apreciar objetos producto del tributo, impuesto a través del comercio que los mexicas mantuvieron con diversos pueblos y que fueron depositados en las ofrendas por su mayor valor simbólico. Algunas regiones fueron muy importantes para la actividad económica mexica.
Con la obsidiana se fabricaban numerosos objetos: cestos, cuentas, orejeras, narigueras, bezotes, cuchillos, puntas de proyectil navajillas, etc. La piedra blanca conocida como tecalli, provenía del actual estado de Puebla. La calidad de este material y su transparencia permitió elaborar objetos de gran belleza artística, entre los que destaca una máscara antropomorfa con aplicaciones de concha, figuras en miniatura y representaciones del dios Xiuhtecuhtli.
Sala 4: Huitzilopochtli
Huitzilopochtli o el "colibrí zurdo" es el dios de la guerra, advicación solar y patrono de los mexicas. Bajo su tutela, este pueblo se convirtió en el más poderoso del ámbito mesoamericano durante el periodo Postclásico.
Era hijo de Coatlicue, hermano de Coyolxauhqui la Luna, y de las estrellas, los Centzon Huitznahua, todos ellos dioses de inspiración mexica. Su sitio tan relevante en el Templo Mayor, da cuenta de la importancia que Huitzilopochtli representaba para los mexicas: la guerra y el tributo como parte del sustento económico.
Sala 5: Tláloc
El dios Tláloc, "el que hace brotar", era la representacio´n del agua divinizada y de la fecundadora de la tierra, que residía en las más altas montañas donde se forman las nubes. Eras una deidad benéfica que teniá su lado negativo al enviar rayos, heladas, inundaciones y granizo, todo lo cual podía destruir las cosechas. Su más importante adoratorio se ubicaba en el Templo Mayor de Tenochtilán, al lado de Huitzilopochtli y su culto era muy importante de él dependía el sustento de las sociedades agrícolas. A Tláloc generalmente se le sacrificaban niños (en su mayoría, enfermos), por su similitud física con los tlaloque, diosecillos de cuerpo pequeño, ayudantes de este numen.
Sala 6: flora y fauna
Esta sala está dedicada a la flora y fauna encontradas en el Templo Mayor y en otros edificios del Recinto Sagrado. El haber rescatado ofrendas en las que muchos de sus objetos de dedicación eran animales y plantas, nos habla de la aguda percepción que los mexicas tenían de su propio entorno y el valor que le daban en relación a su mundo religioso.
Sala 7: Agricultura
La agricultura era una actividad que se regía por un sistema calendárico, Las ceremonias a los dioses tutelares de cada mes o veintena se regían por dicho calendario; muchas de esas fiestas estaban dedicadas a Tláloc y a los dioses de la fertilidad. Además de este numen, había muchas otras deídaes relacionadas también con la actividad agrícola. Una de ellas era Chalchiuhtlicue, compañera de Tláloc. Otras deidades eran: Chicomecóatl, diosa de los mantenimientos; Xilonen, la diosa del maíz tierno; Cintéotl, dios del maíz general.
Sala 8: Arqueología histórica
A pesar de la conmoción producida por la destrucción y la muerte que acompañó a la Conquista española, la línea marca el final de la época prehispánica y el inicio de la novohispana es tan sutil, que es posible observar en esta sala algunos aspectos culturales netamente mexicas que sobrevivieron por algún tiempo entreverados con el nuevo pensamiento europeo desarrollándose, con el tiempo, en nuevas formas y estilos que hicieron desaparecer poco a poco el mundo antiguo.
Los objetos exhibidos abarcan desde esos inicios de la colonia, hasta el siglo XX.
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