La entrada del día de hoy se enfocará al Museo de Medicina Mexicana, que en los tiempos de la
Nueva España fue sede del Santo Oficio por lo que el edificio fue conocido como
Palacio de la Inquisición. Está ubicado en la plaza de Santo Domingo, en los cruces
de las calles República de Brasil y República de Venezuela; a solo unas cuadras
del zócalo capitalino. Fue construido en 1736, por el arquitecto Pedro Arrieta
al estilo barroco sobrio.
Al deteriorase la casa que originalmente se les había dado a
los inquisidores Arrieta decida aprovechar la arquitectura y poner la entrada
en la esquina. En su interior había un juzgado, salas de audiencia y cárceles
en las que se recluía a los practicantes del judaísmo, protentastismo, herejía
y brujería.
Desde 1847, hasta mediados del siglo pasado fue sede de la
Escuela Nacional de Medicina; pero es hasta
el 22 de diciembre de 1980 que se inaugura como museo albergando la
exposición de medicina mexicana.
El museo se compone por 24 salas que contemplan desde la época
prehispánica hasta el siglo XX y que se han dividido en: México antiguo,
Herbolaria, Siglo XVI, Siglo XVII-XVIII, Siglo XIX y XX, así como las salas de
especialidades, botica es arte, otorrinolaringología, radiología y la sala del
desarrollo humano, así como un gran espacio para actividades múltiples.
A lo largo de todas las salas veremos desde aparatos para
hacer resonancias magnéticas, imágenes de libros y pergaminos en los cuales se
plasman dibujos, recetas o procedimientos que eran usados en la antigüedad;
hasta encontrarnos con cosas un poco más escabrosas como lo son pequeños
recipientes que contienen en su interior una gran variedad de fetos y casi a la
entrada un cuerpo humano disecado, en el cual se muestran los órganos en capas.
El museo está abierto de lunes a viernes de 9:00 a 18:00 horas y la entrada es libre
Como dato curioso fue en este recinto donde José María
Morelos y Pavón fue juzgado y encontrado culpable.